Sueño:
Nada más que el azar puso estos ojos ante todo lo que ya existía,
también casualidad. Y la mano alcanzó la mejor miel e hizo de cuenco para el agua.
Vendrá otro siglo en el que quizá lo más inverosímil sobreviva, resista toda infección y brote, tal vez, sin ojos y sin manos, sin estómago, sin cabello.
Murmurará igual el viento entre los labios de la nueva especie.
Yo misma, ahora mismo.
7 comentarios:
Fine wine, Amparo, como diría Darwin... Cada día me sorprende un poco más tu forma de escribir.
Me descubro.
¡Besos!
Aportación para la lista de palabras insalvables: "Inmarcesible"
¿¿¿ Inmarcesible???? Madre mía, si a mí me gusta...Bueno, vale, la pongo, aunque cuando tenga la tira se abrirá un periodo de amnistía.
Samsa: te invito a jamón de Teruel.
Primero he pensado:¿qué nos cuenta?;después me acordé de Darwin, y al fín dije:"tu misma y siempre", escribes cosas preciosas.
Sigue sorprendiéndonos.
Qué belleza de texto. El azar, sí señora... porque Dios sí juega a los dados con el universo.
Decía Sagan algo así como que somos nada más polvo estelar comprimido por casualidad y con conciencia de sí mismo.
Absolutamente precioso. Me dejas sin palabras.
Besos selváticos.
Ya sé que ya te dejé un comentario, pero he vuelto a leer tu texto, porque me gusta mucho, y quería decirte que me parece muy poético.
Besos salvajes.
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