miércoles, 2 de marzo de 2022

Rigor vitae

 Hace unas semanas murió Ángel Guinda, enorme poeta al que me acerqué un poco tarde, pero a tiempo de leer y asombrarme con su poesía, que considero ya imprescindible. Lo primero que leí fue Rigor vitae, dos veces, en unas vacaciones en la isla de La Palma. Bien pensado, es un decorado ideal para leer su poesía, volcánica, nada complaciente, incendiaria (fuego, viento y tierra negra). Volveré a leer el libro estos días. (Cada relectura de un libro de poemas siempre suele traer el descubrimiento de un placer mayor, al contrario de lo que pasa con la prosa, que con cada lectura uno ve más lo defectuoso).

En antorchas de gas arde la Historia:


(y arde, también, tu palabra)