jueves, 28 de julio de 2022

 Me dijo: No es que la realidad me parezca extraña y por eso escriba, sino que, al contrario, escribo, escribo mucho, tal vez demasiado, con intensidad, y cuando salgo de aquí y me enfrento a lo real, me sorprendo: todo me parece de lo más extraño. Quiero decir, lo simple, lo de todos los días, me parece increíblemente ajeno (estar en la cola de una tienda esperando, hacer una visita médica, salir a caminar por una calle, incluso comer), como si fuera imposible que yo estuviera haciendo eso, que fuera yo el protagonista, el que se mueve, come, espera. ¿Qué hago yo aquí?, me pregunto entonces, y he llegado a estar convencido de que, verdaderamente, ese no soy yo. Yo solo soy un mero espectador que veo una película rara donde alguien parecido a mí hace cosas que no comprendo. A salvo estoy solo cuando escribo, qué familiar y creíble resulta todo.

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