Algo de lo que dice Joaquín Araujo en Laudatio Naturae
Del capítulo Aire:
Que los pinos albares
enjambran su ímpetu y asordinan el sonido; que los álamos plateados se
convierten al modo machadiano en cantores; que los chopos alegran la melodía y
la hacen andantino; que los sauces licuan el viento al amortiguarlo y transparentarlo; que los olivos lo allanan y
armonizan; que los alisos lo ciernen como harnero que cribase su música para
separar el grano de las granzas menos afinadas…
(siempre había buscado el modo de escribir esto sin conseguirlo, los diferentes sonidos del viento)
2 comentarios:
Qué maravilla (tanto la dicción como el tema).
Abrazo fuerte.
gRaND3!
Publicar un comentario