domingo, 16 de diciembre de 2012

¿Y todos estos?

¿Qué andarán haciendo ahora?
Me pregunto, como Buero Vallejo, por esos seres desconocidos que han compartido, sin saberlo, un día de playa con nosotros mientras tomábamos esta foto a distancia. Último día de playa.
Cómo estarán sorteando este neblinoso diciembre.
En qué otras fotos estaremos nosotros posando involuntariamente y sin retoques.
Qué ojos nos contemplarán.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Pájaros de invierno I

diciembre: Colirrojo tizón macho sobre el cerezo deshojado.
Inconfundible y de gran dimorfismo sexual. La hembra apenas se distingue entre los gorriones, gris claro vulgar; pero el macho tiene una oscuridad impactante, muy brillante. El contraste con las plumas caudales cuando inicia el vuelo es hermoso. Aquí, el señor, se detuvo bastante tiempo a mirar nuestras costumbres. Luego llegó una curruca cabecinegra, vocinglera, y se asustó.
A veces coinciden en este árbol varias especies que mantienen relaciones curiosas de dominio. No siempre los más grandes son los más poderosos.
Foto mía.

domingo, 2 de diciembre de 2012

psicología extraña, perorata de domingo

Leo las conclusiones de un estudio del Instituto Allensbach sobre la felicidad, esa espuma que es mejor no tocar para que no se deshaga, y su relación con las condiciones sociales: ¿Qué importa más en una sociedad democrática, la libertad o la igualdad?
Parece que los individuos que se sienten libres en la configuración de sus vidas son más felices y están más contentos que los otros. La relación entre libertad y felicidad parece clara en países como Alemania, Francia y Gran Bretaña. Señalan que esta conclusión es coincidente con los resultados de las investigaciones del estadounidense Mihaly Csickszentmihalyi, que lleva unos cuarenta años estudiando las condiciones de una vida feliz; y ahí van (aunque en su caso no estaría mal estudiar su relación con la variable "complejidad del apellido"): Se alcanza la satisfacción vital cuando uno acepta y supera los retos, actúa convencido de las propias fuerzas y toma por sí mismo las decisiones (el supuesto previo es siempre la libertad de acción y decisión).
Vale, vale, hasta aquí, todo estupendo, lo que ya sabíamos de siempre: una persona, para ser feliz, primero tiene que ser libre (ahora que lo escribo, tengo mis dudas: el primer obstáculo de la libertad, siento, es que esclaviza: ¿cómo no vas a poder tomar una decisión si puedes tomarla?) Pero sí, todo estupendo.
Ahora, vamos a la segunda parte de ese estudio del Instituto A: dicen que no han podido constatar una relación  entre igualdad y felicidad, del tipo de la anterior entre libertad y felicidad.Y comentan que, para fomentar la felicidad de la gente los políticos deberían decirse más por la libertad que por la igualdad.
Lo leí unas cinco veces por si lo había entendido mal.
Hasta ahora creía que la igualdad era una condición de la libertad.

En fin, que esta semana voy a practicar mi libertad exigiendo unas cuantas cosas al banco, para alegrarme, aunque ya sé lo que me van a decir, si es que me escuchan.